29 de junio de 2015

Violeta Crush: Capitulo 14 - Let's Get Lost

(Capitulo Anterior) (Capitulo Siguiente)

"No sucede nada" me dije de nuevo, esta vez ustedes son mis amigos, si asi es, si sucede algo. No soy muy especifico, quizá deje de lado muchos detalles entre mis encuentros con la señorita Violeta, pero usare este momento para hacerlos entrar en contexto, después de esos tres meses que pasaron, hubo un momento en el cual deje de escuchar mucho de ella, seguíamos hablando continuamente por facebook, pero parecía estar muy "ocupada" o al menos eso me decía, yo lo tome bien, ¿tenia acaso otra opción?, pero claro, mis tristezas me llevaron a caminatas solitarias sin sentido, leer cartas antiguas y buscar cualquier manera de meterme en sus planes para ver si solo así, encontraba de nuevo ese majestuoso espacio donde pudiéramos sonreír.
No engaño a nadie, he estado triste, he decaído tanto que empece a escuchar discos de Miranda! y lo peor de todo es que ni si quiera lo bueno de su discografia, quizá estoy solo exagerando, han pasado dos días solamente y yo aquí lloriqueando por tenerla cerca, debo de aguantar un poco mas, mientras pensaba eso estaba escribiendo en un cuaderno los gastos que se requerían del mes y a quien le tocaba cada cosa, claro, como niño de secundaria termine escribiendo su nombre en la pasta, ¡tradición para el buen augurio!, te deseo, te invoco... Tal vez lo siguiente suene falso, pero aveces las casualidades son tan trilladas que solo nos queda llamarles destino cuando suceden, después de un suspiro tirado en la cama, escuche tocar la puerta, rápido fui a abrir y mientras, me imaginaba a Jovanotti tocando alguna balada, y justo fue cuando llego al clímax que se presento ante mi, la mujer a la que estaba deseando.

- Violeta
- Hola

Me dijo con una sonrisa y como la basura mas grande del mundo siendo salvada por una alma caritativa, la abrace y me sentí de nuevo feliz, fue ahí cuando logre pensar en mi mismo, cuanto tiempo requiere una persona al abrazar a otra para dar a entender que lo único que carajos en el mundo requiere es que se quede, no se, no logre aterrizar la solución por que en cuanto la solté dijo mi nombre y me pregunto:

- ¿Como estas?
- Ahora estoy bien

Respondí recobrando mi cordura, le dije que pasara, era ya el atardecer en la ciudad y la luz empezaba a oscurecerse dentro de la casa, los simples focos que iluminaban eran opacados por las pantallas que se ubicaban en todo el lugar, nos metimos a mi cuarto y los dos acostados en el colchón que carecía de una base empezamos a hablar, yo estaba con la espalda contra la pared y ella puso su cabello en mi pecho, entonces me contó lo que había estado haciendo todo este tiempo, al parecer su trabajo la tenia muy ajetreada, lo entendía, no era fácil llevar una tienda y mucho menos iniciar nuevos proyectos donde ella fuera la mas involucrada, pero aun así sentía que debía haber algo de tiempo, quizá solo un segundo el cual dedicara para verme, hoy no se si en realidad le estaba pidiendo mas de lo que debía o podía, pero al fin y al cabo lo hice, ella torció un poco sus labios y... Tocaron a la puerta, arruinando el momento, me levante y fui a abrir, como de costumbre por alguna razón a los vecinos les encantaba venir a preguntarme si la mierda que habían encontrado en sus tapetes era de mi gato, no saben cuanto me irrita esta situación, mas que nada por que en ningún puto momento hemos tenido alguna mascota en la casa, le cerré la puerta después de un rotundo "no" y regrese al cuarto, justo al cruzar el marco de la puerta la vi, llámenme como me quieran llamar, pero aun recuerdo esa imagen, la he visto miles de veces en la misma posición, pero esta ocasión, esta ocasión su postura, su mirada, su rostro, su todo solo me podían recordar a Venus, lo único que pude pensar en ese momento fue en el sonido de una regla de metal cayendo, me acerque a ella y sin querer perturbar ese encuadre tome sus labios con los míos, jugamos un poco, ella se subió en mi, puse una canción de Cashmere cat en la computadora desde mi celular y... ¡Volvió a sonar la puta puerta!, como si esta fuera la entrada hacia la felicidad, bueno, ojala si, eso es lo que yo quisiera, pero no tengo por que invitar a otras personas a ella, fui y de nuevo abrí después de haber tratado de ignorar los golpeteos, al girar la perilla y jalarla entraron 3 personas, 2 amigos en común con mi roomie y ella misma, al parecer tenían la idea de venir a jugar un rato, trajeron un Wii U y una buena dotación de pizzas little caesars, me les quede viendo sin decir una sola palabra cuando me contaban los planes de su noche en mi casa hasta que de repente sentí como Violeta tomaba mi mano y entrelazaba su brazo con el mio, ya con una cola de caballo en su cabello y asintiendo y sonriendo a todo lo que ellos decían, como cualquier otro hombre, esa mujer me convenció, me decidí a seguir con la noche de diferente manera de la que yo esperaba, al menos ella murió mil veces en smash, aun que yo termine siendo destruido por completo en Mario Kart, reímos mucho y olvide totalmente que había estado ausente, que ese dinero que necesitábamos para la renta había sido gastado en muchas pizzas que ni si quiera nos terminaríamos, que los vecinos estuvieron tocando media hora por el ruido y que Violeta tenia que ir a trabajar al día siguiente, igual que yo, la mañana se hizo ver, el alcohol y la mota se comieron la noche entre tantas otras cosas y al final, me cubri entre esos cabellos rojos y acaricie su cuello al caer dormido con un Mix titulado "Valer Verga". Entre todos, su aroma a canela jamas se perdió y al día siguiente preparo café solo para mi antes de irse, sin gustarme lo tome, tres sorbos y mientras escuchaba musica ella para despedirse puso Lost de Chance The Rapper y partió de nuevo. ¡Que mujer!

No hay comentarios.: