Nosferatu se llevo la corona del lugar un día al hablar con el, las reverencias no fueron llevadas a cabo, esta vez el hombre cometió un crimen grave y corto toda unión; La ley de la sangre no es complicada, es una ley natural, corta tus venas, ellas terminaran el trabajo, la luz era iluminada por unos cuantos cirios, toda la hermandad estaba alejada, no sabían de este encuentro, excepto yo, estaba presente desde el primer segundo hasta el ultimo latido. Era martes, fría noche, sentías bajar por tu espalda el aliento congelado de la noche, las hojas caían repentinamente y surgían de entre cúmulos esos destellos de luz que permitían ver que eramos humanos aun y no solo sombras escondidas preparadas para hacerte soltar un ultimo respiro. Cuando presencie el inicio de todo, eran a penas las 3 de la mañana, sentado en un escalón vi a lo lejos dos personajes familiares, no di importancia a sus presencias y destine mi atención a forjar lo que seria el inicio de mi noche, el cielo durante segundos se torno mas sombrío, voltee a ver y aun podía observar sus siluetas entre la oscuridad, cuando había terminado mi distracción y antes de encenderla escuche sus voces, note en ellas una cierta anomalía, podía percibir: ira, repudio y odio, a esta distancia era difícil distinguir lo que decían... Y cuando me di cuenta, justo al sacar el yesquero, fui testigo de lo que sucedió, de entre la oscuridad y como serpiente sacando solo su cabeza de la madriguera para atacar, el saco un arma, un revolver dorado que desplegó mas luz que la luna aquella noche, el destello de ella segó mis ojos lo suficiente para pasmar mi alma, mas no lo necesario para evitar que viera con mis ellos un despliegue de sangre distinto, todo el recorrido morboso que tome desde niño regreso a mi y al escuchar ese *Click-clack boom pow* que finalizo con un armonioso sonido de tranquilidad de lago, me sentí enfermo, me desentendí de mi realidad y clame en mi interior por volver, volver a donde nunca he ido... Mas esto, fue solo un instante de aquel segundero, trague saliva y me acerque, la naturaleza seria correr, pero no estamos mas en una selva, ademas sabia yo que estos dos sujetos eran de mi clan, antes de que todo se suscitara y que el cielo se tornara en muerte logre percatarme de la marca, la marca del demonio que nos caracterizaba, sus pieles estaban impregnadas con la misma maldición que yo, es esta la razón de mi falta de temor, es esta la razón de mi curiosidad, me acerque con cuidado y tratando de que la poca luz de luna diera hacia mi, llegue hasta la escena, vi de cerca el cuerpo y note algo raro, este no era cualquier personaje, su cabello era negro, su ropa era roja, lograba percibir un pequeño arsenal debajo de ella y ademas... ¡Su marca!, su distintivo no era como el mio, así es, el era quien todo este tiempo todos hemos temido
-Vlad...
Me dijo antes de que pudiera terminar de pensarlo, voltee a ver a lo que en ese momento pensé que seria un asesino en cubierto y me di cuenta que no, no era lo que esperaba, la vida de todos hubiera tomado otro rumbo si esta persona que vi en frente de mi no fuera mi hermano, Nosferatu.
La ley de la sangre es simple para nosotros, que al final del día solo desparramamos galones.
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